El hombre del coche me llevó hasta un barrio muy grande y hermoso. Unas verjas negras fueron abiertas por un hombre y entramos a una casa blanca con ventanales azules, esta casa me es familiar.
-Señorita -me di cuenta de que el hombre abrió mi puerta y me tendió la mano. La cojí con cierta desconfianza porque no estoy acostumbrada.-
Nos dirigimos al interior de esa casa. En el porche había una mujer con curvas
gruesas con vestido negro y blanco, me imagino que será una sirvienta,
-¿Eres Holly? -su mirada era muy maternal-
-Si... -frunzo el ceño, me siento extraña-
-El señor de la casa aún no está por cuestiones de trabajo, así que primero te instalarás en tu habitación, te darás una ducha y te vestirás con el uniforme-
-Vale -me conduce al interior muy abierto y cálido, las paredes son blancas y hay una enorme escalera de caracol que da al 2º piso, subimos arriba y me lleva a una parte donde duermen los sirvientes- Ésta es tu habitación -abre la puerta, no es grande ni pequeña, lo justo. Tiene una gran ventana que da al jardín y en la pared de la izquierda hay una cama que si no estuviera esa mujer me hubiera tirado encima de ella, con una colcha blanca.-
Después de dejar mis cosas allí, fui al baño y me aseé. Margaret, que es la mujer que me enseñó la habitación, entró en el baño y me trajo un uniforme blanco y azul-
-Bueno, vamos a hacerte un cambio de imagen, antes de trabajar aqui yo era peluquera asi que estarás guapísima, que lo eres solo que con esas pintas... -me cortó el pelo y me maquilló un poco los ojos, yo le dije que no quería pintarme pero según ella aqui las sirvientas tienen que dar una buena imagen, menos mal que insistí y me pintó poco-
Cuando me miré en el espejo no me reconocí, ¿era yo la chica del espejo? Mi mano roza mi mejilla y el reflejo del espejo copia mi movimiento.
Luego, nos dirigimos a la cocina donde se preparan las comidas y Margaret me enseñó a cocinar. Puse la mesa y después la servimos. Al fondo de la mesa había un hombre que acababa de llegar, parecía muy cansado. Fui a servirle su copa y me miró.
-Tú debes de ser la chica que recogí en el orfanato ¿no? -le miro con inseguridad-
-Sí...
-Vaya, eres más linda de lo que aparentabas jaja -rió y se le formaron algunas arrugas en los ojos-
Sonreí tímidamente y termino de servirle la copa. Después de recoger la mesa y lavar los platos, el hombre me llamó a su despacho.
-¿Se puede?
-Sí, pasa Holly. -entro y pongo mis brazos detrás de mi espalda-
-Bueno -su cabeza se apolla en sus manos- quería contratarte porque una sirvienta se puso enferma y necesitaba ayuda, asi que tu trabajo será ese, aunque mañana te vayas necesito que nos ayudes a ocupar su puesto.
-Sí señor.
-¿Cuántos años tienes? -me pregunta-
-15 señor.
-Que joven, ¿y cuántos llevas en el orfanato?
-8 años, desde que tenía 7.
-Vaya -sus ojos estaban asombrados-Es mucho tiempo -asentí- Bueno es tarde, vete a dormir.
-Vale, gracias hasta mañana. Que descanse.
-Igual Holly. -cierro la puerta y subo a mi cuarto, me pongo ropa para dormir, antes de acostarme miro por la ventana, no se ve mucho salvo una luz de las farolas de la entrada, veo que un coche entra a la casa y de el sale alguien, será otro familiar-
Me acuesto, hace mucho frío.
Creo que es la primera vez que podré dormir sin sentir el frío en mi...
Holly Smith ahora.
viernes, 28 de enero de 2011
martes, 25 de enero de 2011
Capítulo 4: ¿A dónde me llevarán?
-Lo siento -volví a repetir-
-¡Eso es lo único que sabes decir! Holly Smith, te intentas escapar de nuevo ¡y te juro que te encierro en tu habitación 3 días!
-Vale -suspiré, otra vez me habían pillado-
-Tu castigo será poner la comida en los platos a la hora de comer y después de fregarlos. Y ahora, ¡los dedos! -tragué saliva, mis manos se apoyaron sobre la mesa de la directora, su regla de madera se alzó y...-
Voy a mi cuarto y me vendo los dedos, después me voy al comedor. Cojo el delantal y me pongo esa rendija en el pelo.
-Vaya... así que lo vuelves a intentar ¿no? -me dice David, siempre se burla de mi, solo por el echo de que no quiero ser su novia, se acerca a mi oreja- tengo contactos... si quieres hacen tu trabajo a cambio de que tú y yo nos vayamos a mi cuarto... -le pongo la comida en el plato y le salpico-
-Adiós David.
-Tú te lo pierdas niñata.
Por fin termino de poner la comida, después frego todo ese montón de platos, David es tan cerdo, que asco, cada día le aborrezco más. Cuando frego toda la pila de platos, no sé por qué pero me subí a una de las grandes mesas y me pongo a tararear una canción, me quito el delantal y la rejilla y mis ánimos se aceleran, sigo cantando. La profesora de música siempre me ha dicho que tengo una voz prodigiosa, aunque yo no estoy del todo segura. Yo solo canto porque es la única forma de liberar emociones.
-¡Se lo voy a decir! ¡Le diré a la dire que te has subido a las mesas y las ensuciaste con los zapatos! -me dijo Melody, es una de las más populares, con su melena rubia y sus ojos azul cielo- Jajaja -se fue corriendo y yo la persigo. ¡Si me meto en otro lío...!
-¡No! ¡Melody por favor! ¡No digas nada! -Llegamos al patio, se para y sonríe. Sus amigos me ponen la zancadilla y caigo al barro ¡ahora si que me meto en un lío! Es la 3ª vez que me cambian el uniforme esta semana y estamos a jueves.
-Jajaja -se ríe de y sus amigos hacen lo mismo. Me levanto y salgo corriendo a mi cuarto-
Antes de llegar a mi cuarto me tropezo con la directora.
-Holly te estaba buscando ven a mi despacho en cuanto puedas y... ¡por el amor de Dios! ¡Tú uniforme! ¡Hazme el favor de buscar otro y venir ya! -asiento y corro a mi cuarto, menos mal que tenía otro vestido-
Cuando me aseo voy al despacho, seguro que es por eso o porque Melody se lo dijo. Toco la puerta y entro.
-Siéntate, querida. -me dijo la directora y así lo hize, se quita las gafas- Bueno, tengo noticias para ti...
-¡Yo no lo hize! ¡Se lo juro! ¡No fui yo! -le dije antes de que me echara la bronca-
-¿Qué dices? Déjame terminar -me callo- Como iba diciendo -hizo ademán de recordar algo- ¡ahh sí! Un señor esta mañana la vió mientras les ponía de comer a sus compañeros, y me dijo que estaba interesado en sus servicios, asi que hoy mismo se va con ese hombre para ayudar con las tareas del hogar -me quedé muda ¿alguien me quería a mi para trabajar? Mi corazón se aceleró- Usted se queda esta noche allí, y mañana por la tarde vuelve aqui ¿de acuerdo?
-¡Gracias! -le dije y me abalanzé sobre ella, se apartó porque no está acostumbrada al cariño-
-Vale vale, apártese ya está. Ahora prepare lo necesario. Fui corriendo a mi cuarto gritando ¡me han escogido! ¡Soy libre! Y cosas así. Preparo la maleta y tocan a mi puerta.
-Me han dicho que te llame -me doy la vuelta, es Jorge, creo que es el único que no se mete conmigo pero tampoco tenemos mucha comunicación- ¿Te vas?
-Durante un tiempo jaja -dije feliz y cojo la pequeña maleta- vuelvo mañana -Sus ojos marrón chocolate me miraron-
-Me alegro -sonrió y me despido de él-
Llego a la entrada del edificio, solo había un coche negro muy elegante, sonreí de alegría. La directora me deseó suerte y entré en el coche, que estaba vacía salvo por el conductor.
¿A dónde me llevarán?
-¡Eso es lo único que sabes decir! Holly Smith, te intentas escapar de nuevo ¡y te juro que te encierro en tu habitación 3 días!
-Vale -suspiré, otra vez me habían pillado-
-Tu castigo será poner la comida en los platos a la hora de comer y después de fregarlos. Y ahora, ¡los dedos! -tragué saliva, mis manos se apoyaron sobre la mesa de la directora, su regla de madera se alzó y...-
Voy a mi cuarto y me vendo los dedos, después me voy al comedor. Cojo el delantal y me pongo esa rendija en el pelo.
-Vaya... así que lo vuelves a intentar ¿no? -me dice David, siempre se burla de mi, solo por el echo de que no quiero ser su novia, se acerca a mi oreja- tengo contactos... si quieres hacen tu trabajo a cambio de que tú y yo nos vayamos a mi cuarto... -le pongo la comida en el plato y le salpico-
-Adiós David.
-Tú te lo pierdas niñata.
Por fin termino de poner la comida, después frego todo ese montón de platos, David es tan cerdo, que asco, cada día le aborrezco más. Cuando frego toda la pila de platos, no sé por qué pero me subí a una de las grandes mesas y me pongo a tararear una canción, me quito el delantal y la rejilla y mis ánimos se aceleran, sigo cantando. La profesora de música siempre me ha dicho que tengo una voz prodigiosa, aunque yo no estoy del todo segura. Yo solo canto porque es la única forma de liberar emociones.
-¡Se lo voy a decir! ¡Le diré a la dire que te has subido a las mesas y las ensuciaste con los zapatos! -me dijo Melody, es una de las más populares, con su melena rubia y sus ojos azul cielo- Jajaja -se fue corriendo y yo la persigo. ¡Si me meto en otro lío...!
-¡No! ¡Melody por favor! ¡No digas nada! -Llegamos al patio, se para y sonríe. Sus amigos me ponen la zancadilla y caigo al barro ¡ahora si que me meto en un lío! Es la 3ª vez que me cambian el uniforme esta semana y estamos a jueves.
-Jajaja -se ríe de y sus amigos hacen lo mismo. Me levanto y salgo corriendo a mi cuarto-
Antes de llegar a mi cuarto me tropezo con la directora.
-Holly te estaba buscando ven a mi despacho en cuanto puedas y... ¡por el amor de Dios! ¡Tú uniforme! ¡Hazme el favor de buscar otro y venir ya! -asiento y corro a mi cuarto, menos mal que tenía otro vestido-
Cuando me aseo voy al despacho, seguro que es por eso o porque Melody se lo dijo. Toco la puerta y entro.
-Siéntate, querida. -me dijo la directora y así lo hize, se quita las gafas- Bueno, tengo noticias para ti...
-¡Yo no lo hize! ¡Se lo juro! ¡No fui yo! -le dije antes de que me echara la bronca-
-¿Qué dices? Déjame terminar -me callo- Como iba diciendo -hizo ademán de recordar algo- ¡ahh sí! Un señor esta mañana la vió mientras les ponía de comer a sus compañeros, y me dijo que estaba interesado en sus servicios, asi que hoy mismo se va con ese hombre para ayudar con las tareas del hogar -me quedé muda ¿alguien me quería a mi para trabajar? Mi corazón se aceleró- Usted se queda esta noche allí, y mañana por la tarde vuelve aqui ¿de acuerdo?
-¡Gracias! -le dije y me abalanzé sobre ella, se apartó porque no está acostumbrada al cariño-
-Vale vale, apártese ya está. Ahora prepare lo necesario. Fui corriendo a mi cuarto gritando ¡me han escogido! ¡Soy libre! Y cosas así. Preparo la maleta y tocan a mi puerta.
-Me han dicho que te llame -me doy la vuelta, es Jorge, creo que es el único que no se mete conmigo pero tampoco tenemos mucha comunicación- ¿Te vas?
-Durante un tiempo jaja -dije feliz y cojo la pequeña maleta- vuelvo mañana -Sus ojos marrón chocolate me miraron-
-Me alegro -sonrió y me despido de él-
Llego a la entrada del edificio, solo había un coche negro muy elegante, sonreí de alegría. La directora me deseó suerte y entré en el coche, que estaba vacía salvo por el conductor.
¿A dónde me llevarán?
sábado, 22 de enero de 2011
Capítulo 3: Años de desesperción
Días más tarde, salí como cualquier tarde.
-No vuelvas muy tarde -me decía Mery- ya sabes que no me gusta que llegues a la noche.
-No te precupes -le sonreí- llegaré temprano -me pongo de puntillas, la beso en la mejilla y después salgo a la calle-
Me dirijo a un campo, allí siempre echo la siesta. Cuando llego allí, me acuesto sobre la hierba y apoyo la cabeza en un árbol. Abro los ojos, el Sol ya casi se va a marchar, debería ir volviendo.
Voy por las calles gélidas, me cubro el cuerpo con los brazos, hay demasiada gente ¿por qué será? Parece que todos quieran ir a algún lado, agudizo la vista y veo como todos van a una especie de local, no lo entiendo. Como hay mucha gente me desvían de mi camino, acabo por otras calles. Miro a mi alrededor, son casas muy hermosas y grandes. Una ellas llamó mi atención, era muy grande con ventanales azules, y con un balcón. Las yemas de mis dedos rozan los barrotes de la verja. Deben de ser muy afortunados los que vivan aqui.
Me doy la vuelta, debería irme ya.
Intento llegar a casa, que me costó porque no conocía las calles de ese barrio. Cuando estaba cerca de casa, sentí que alguien me seguía, miro hacia atrás, veo como una sombra... bah, seguro que es mi imaginación por la oscuridad.
Al fin llego. Mery no me regañó, llegué justo a tiempo, después me calentó agua y me ayudó a bañarme. Luego cené y me acosté.
A la mañana siguiente, me quedé en casa. Todos habían salido y Mery también ya que ganaba algo de dinero limpiando zapatos. De paso aproveché y limpié algo la casa, y la verdad que cuesta mucho será por mi estatura...
Tocan a puerta. Suelto el trapo y me dirigo a la puerta.
-Hola -me dijo un hombre que nunca había visto en mi vida-
-Mm... hola, ¿quién es usted? -abro un poco más la puerta-
-Servicios sociales, ¿es usted huérfana?
-¿Qué? Si... ¿por qué lo pregunta?
-Porque se va con nosotros. -me coge del brazo-
-¡¿Qué?! ¿Pero que pasa? -me asusto e intento soltar su mano de mi brazo-
-Señortita, no pasa nada. Pero debe irse con nosotros, estará mejor que en este antro. Una persona nos dijo que era usted huérfana y nos la tenemos que llevar.
-Oiga no insulte a mi único hogar, además a mi una señora me cuida.
-¿Es esa señora su madre? -me pregunta-
-No pero...
-Pues vamos -me coge por el brazo y aunque intento soltarme no lo hace, grito pero me manda a callar-
-Entre -me sube a la parte de atrás de un coche-
-¿A donde me lleva?
-A un orfanato.
Mi cuerpo se desploma en el asiento del coche ¿cómo que me lleva a un orfanato? Que sea huérfana no significa que tenga derecho a llevarme ahí.
Una media hora más tarde veo un edificio gris con vallas.
El hombre me baja del coche y entramos en el edificio, tiene una pequeña oficina al principio.
-Te enseñaré esto.
Me enseñó la habitación para niñas, los baños y el comedor. Un lugar apagado y desolado.
Después me enseñó las aulas que tenían, y me explicó que me tengo que levantar a las 7 de la mañana y preparme para las clases, después ir al comedor y pasar mi tiempo libre estudiando y si no estudio me obligarán a limpiar. Eso sí, tenemos un patio grande en el que jugar.
Los días allí eran duros, siempre hacíamos lo mismo. Intenté tener una amiga con la que hablar, pero nadie se acercaba. Solo se acercaban para burlarse de mi, había veces que me tiraban al barro del patio y luego me echaban la bronca los cuidadores por mancharme, y por mucho y que les decía que no lo hize yo me decían que una señorita no debía decir mentiras.
Muchas veces intentaba escaparme, pero es muy difícil salir de noche para que no te vean, no se ve con la oscuridad y las vallas no consigo saltarlas... Una vez llegué hasta ellas, pero me cogieron.
Quiero escapar de allí como sea, pero no lo he vuelto a hacer porque esa última vez que lo hize me dieron con una regla de madera en los dedos, o una vez me dieron 3 bofetadas. Dicen que es un lugar en el que los niños tienen un hogar, y es verdad, pero te hacen daño. No te dejan llorar porque dicen que es penoso, una vez lloré delante de la directora del centro y me dio con la mano en la boca, me hizo sangre pero tuve que aguantarme en dolor y no gritar porque sino hubiera sido peor...
Ahora, tengo 12 años, llevo 5 años de mi vida esperando a que alguien me adopte o al menos que me vengan a buscar para trabajar, ya que aqui hay chicos y chicas que a mi edad los contratan un día para realizar ciertos trabajos en casas, como limpiar, cortar el césped, niñera y cosas así... he intentado que me escojan para esos trabajos, pero nadie me quiere porque una vez a los 10 años me escogieron para cuidar a un niño pequeño una noche, digamos que no salió muy bien, porque los dueños me echaron una bronca increíble por darle una compota para bebés en vez de leche en polvo... asi que nadie me quiere para los trabajos porque aqui eso fue como un cotilleo y todo el mundo se enteró y para ellos eso fue algo muy grave, aunque yo no le veo nada malo, porque la compota también es comida para bebés.
Siempre me he preguntado como está Mery y pienso en el disgusto que le habré causado aquella vez, cuando me trajeron aqui. También recuerdo que cuando me recogieron, ese hombre me dijo que alguien dijo que yo era huérfana, seguro que sería algún vecino, al principio me molestó y me sigue molestando porque yo era feliz con Mery.
A mis 15 años de edad, aún estoy esperando a que me saquen de aqui.
Siempre hay esperanzas, pero creo que las mías están muertas...
-No vuelvas muy tarde -me decía Mery- ya sabes que no me gusta que llegues a la noche.
-No te precupes -le sonreí- llegaré temprano -me pongo de puntillas, la beso en la mejilla y después salgo a la calle-
Me dirijo a un campo, allí siempre echo la siesta. Cuando llego allí, me acuesto sobre la hierba y apoyo la cabeza en un árbol. Abro los ojos, el Sol ya casi se va a marchar, debería ir volviendo.
Voy por las calles gélidas, me cubro el cuerpo con los brazos, hay demasiada gente ¿por qué será? Parece que todos quieran ir a algún lado, agudizo la vista y veo como todos van a una especie de local, no lo entiendo. Como hay mucha gente me desvían de mi camino, acabo por otras calles. Miro a mi alrededor, son casas muy hermosas y grandes. Una ellas llamó mi atención, era muy grande con ventanales azules, y con un balcón. Las yemas de mis dedos rozan los barrotes de la verja. Deben de ser muy afortunados los que vivan aqui.
Me doy la vuelta, debería irme ya.
Intento llegar a casa, que me costó porque no conocía las calles de ese barrio. Cuando estaba cerca de casa, sentí que alguien me seguía, miro hacia atrás, veo como una sombra... bah, seguro que es mi imaginación por la oscuridad.
Al fin llego. Mery no me regañó, llegué justo a tiempo, después me calentó agua y me ayudó a bañarme. Luego cené y me acosté.
A la mañana siguiente, me quedé en casa. Todos habían salido y Mery también ya que ganaba algo de dinero limpiando zapatos. De paso aproveché y limpié algo la casa, y la verdad que cuesta mucho será por mi estatura...
Tocan a puerta. Suelto el trapo y me dirigo a la puerta.
-Hola -me dijo un hombre que nunca había visto en mi vida-
-Mm... hola, ¿quién es usted? -abro un poco más la puerta-
-Servicios sociales, ¿es usted huérfana?
-¿Qué? Si... ¿por qué lo pregunta?
-Porque se va con nosotros. -me coge del brazo-
-¡¿Qué?! ¿Pero que pasa? -me asusto e intento soltar su mano de mi brazo-
-Señortita, no pasa nada. Pero debe irse con nosotros, estará mejor que en este antro. Una persona nos dijo que era usted huérfana y nos la tenemos que llevar.
-Oiga no insulte a mi único hogar, además a mi una señora me cuida.
-¿Es esa señora su madre? -me pregunta-
-No pero...
-Pues vamos -me coge por el brazo y aunque intento soltarme no lo hace, grito pero me manda a callar-
-Entre -me sube a la parte de atrás de un coche-
-¿A donde me lleva?
-A un orfanato.
Mi cuerpo se desploma en el asiento del coche ¿cómo que me lleva a un orfanato? Que sea huérfana no significa que tenga derecho a llevarme ahí.
Una media hora más tarde veo un edificio gris con vallas.
El hombre me baja del coche y entramos en el edificio, tiene una pequeña oficina al principio.
-Te enseñaré esto.
Me enseñó la habitación para niñas, los baños y el comedor. Un lugar apagado y desolado.
Después me enseñó las aulas que tenían, y me explicó que me tengo que levantar a las 7 de la mañana y preparme para las clases, después ir al comedor y pasar mi tiempo libre estudiando y si no estudio me obligarán a limpiar. Eso sí, tenemos un patio grande en el que jugar.
Los días allí eran duros, siempre hacíamos lo mismo. Intenté tener una amiga con la que hablar, pero nadie se acercaba. Solo se acercaban para burlarse de mi, había veces que me tiraban al barro del patio y luego me echaban la bronca los cuidadores por mancharme, y por mucho y que les decía que no lo hize yo me decían que una señorita no debía decir mentiras.
Muchas veces intentaba escaparme, pero es muy difícil salir de noche para que no te vean, no se ve con la oscuridad y las vallas no consigo saltarlas... Una vez llegué hasta ellas, pero me cogieron.
Quiero escapar de allí como sea, pero no lo he vuelto a hacer porque esa última vez que lo hize me dieron con una regla de madera en los dedos, o una vez me dieron 3 bofetadas. Dicen que es un lugar en el que los niños tienen un hogar, y es verdad, pero te hacen daño. No te dejan llorar porque dicen que es penoso, una vez lloré delante de la directora del centro y me dio con la mano en la boca, me hizo sangre pero tuve que aguantarme en dolor y no gritar porque sino hubiera sido peor...
Ahora, tengo 12 años, llevo 5 años de mi vida esperando a que alguien me adopte o al menos que me vengan a buscar para trabajar, ya que aqui hay chicos y chicas que a mi edad los contratan un día para realizar ciertos trabajos en casas, como limpiar, cortar el césped, niñera y cosas así... he intentado que me escojan para esos trabajos, pero nadie me quiere porque una vez a los 10 años me escogieron para cuidar a un niño pequeño una noche, digamos que no salió muy bien, porque los dueños me echaron una bronca increíble por darle una compota para bebés en vez de leche en polvo... asi que nadie me quiere para los trabajos porque aqui eso fue como un cotilleo y todo el mundo se enteró y para ellos eso fue algo muy grave, aunque yo no le veo nada malo, porque la compota también es comida para bebés.
Siempre me he preguntado como está Mery y pienso en el disgusto que le habré causado aquella vez, cuando me trajeron aqui. También recuerdo que cuando me recogieron, ese hombre me dijo que alguien dijo que yo era huérfana, seguro que sería algún vecino, al principio me molestó y me sigue molestando porque yo era feliz con Mery.
A mis 15 años de edad, aún estoy esperando a que me saquen de aqui.
Siempre hay esperanzas, pero creo que las mías están muertas...
viernes, 21 de enero de 2011
Capítulo 2: La manzana
Me levanto por la mañana, y voy a dar un paseo. Creo que lo único bueno de ser fuérfana es que no tienes que ir a la escuela y estás todo el día en la calle, aunque para muchos esto es lo equivocado no sé por qué.
Voy corriendo por las calles de Suiza e imagino que voy en uno de esos coches tan elegantes que corren por las calles, que yo voy dentro y soy una de esas chicas con vestidos tan bonitos. Puede que me de cuenta de que mi vida es bastante pobre y yo sepa todo lo que significa no tener padres, per aún asi soy una niña como cualquier otra y tengo mi inocencia.
Siento el aire en mi cabello, y sonrío, la gente me mira raro, lo más probable por mi vestimenta, ya que son arapos sucios y rotos. ¡Qué hambre! Hoy Mery salió temprano a hacer algo y no le dio tiempo a preparar nada, asi que robaré cualquier cosa. Lo malo de robar es que por mi ropa es difícil que no te miren mal.
Veo una frutería, las manzanas me hacen la boca agua, me acerco a la tienda y me pongo al lado de una señora, como si ella fuera mi madre ya que es de clase media. Pongo cara de aburrida, el dueño de la frutería atiende a mi "supuesta madre" y yo mientras intento coger una manzana, la atrapo y la pongo dentro de mi roto vestido. Giro la cabeza hacia la calle y camino como si no haya pasado nada, pero he tenido mala suerte y el dueño de la tienda dice algo como ¡ehh ladrona! ¡Que alguien la detenga! Miro hacia atrás y veo al dueño que me persigue, salgo corriendo. Él es más rápido, pero yo más pequeña, por lo que me escabullo de entre la multitud. Me río por la situación, pero si me pillan... la que me cae encima. Voy a cruzar una esquina y a la vez miro de nuevo hacia atrás, y no miré hacia delante por lo que tropezé y caí al suelo. Mi cabeza se golpeó y la manzana salió disparada, mis manos tocan mi cabeza, como me duele.
-Ya te tengo ¡pequeña ladrona! Esto lo arregla el agente de policía... -dijo algo más pero la cabeza me daba vueltas, me coge por la parte de atrás de mi vestido hasta hacerme levantar-
-¿Pequeña estás bien? -miro hacia esa voz, era un hombre muy elegante y vestía con una ropa que me dio cierta envidia, no porque pareciera cara, sino porque parecía caliente, y creo que fue la persona con la que me tropezé- No puede llevar a una niña a la policía.
-¡Pero me a robado una manzana!
-Solo tenía hambre, además es una manzana, no dinero. Venga buen hombre, yo se la pago.
El hombre elegante pagó lo que yo robé y el dueño refunfuñó, pero al final, después de coger el dinero, se marchó a la tienda.
-Creo que esto es tuyo -me doy la vuelta algo asustada y veo que en su mano está la manzana-
-No creo que deba aceptarla...
-Cógela, ¿hacemos un trato? Tú te la quedas si me dices por qué la has robado.
-Está bien -al final cedí porque además el estómago me rugía, y cuando le cuento que no tengo familia me dice-
-¿No tienes familia? -me pregunta- debe ser duro.
-Ya, y hablando de familia, me tengo que ir porque aunque no tenga familia me cuida una mujer en una casa donde hay gente sin hogar jaja, adiós y muchísimas gracias.
-Está bien pequeña, adiós -me mira algo sorprendido y se marcha cuando lo hago yo-
Que día tan raro, nunca nadie rico me había dicho ni hola, simplemente me han mirado con asco y me apartan por mis aparencias.
Le doy un pequeño mordisco a la manzana, que por cierto está buenísima.
¿Algún día esto cambiará? No sé para qué me lo pregunto, porque por primera vez alguien me ha hablado con amabilidad y no me ha echo sentir huérfana...
Holly Smith
Voy corriendo por las calles de Suiza e imagino que voy en uno de esos coches tan elegantes que corren por las calles, que yo voy dentro y soy una de esas chicas con vestidos tan bonitos. Puede que me de cuenta de que mi vida es bastante pobre y yo sepa todo lo que significa no tener padres, per aún asi soy una niña como cualquier otra y tengo mi inocencia.
Siento el aire en mi cabello, y sonrío, la gente me mira raro, lo más probable por mi vestimenta, ya que son arapos sucios y rotos. ¡Qué hambre! Hoy Mery salió temprano a hacer algo y no le dio tiempo a preparar nada, asi que robaré cualquier cosa. Lo malo de robar es que por mi ropa es difícil que no te miren mal.
Veo una frutería, las manzanas me hacen la boca agua, me acerco a la tienda y me pongo al lado de una señora, como si ella fuera mi madre ya que es de clase media. Pongo cara de aburrida, el dueño de la frutería atiende a mi "supuesta madre" y yo mientras intento coger una manzana, la atrapo y la pongo dentro de mi roto vestido. Giro la cabeza hacia la calle y camino como si no haya pasado nada, pero he tenido mala suerte y el dueño de la tienda dice algo como ¡ehh ladrona! ¡Que alguien la detenga! Miro hacia atrás y veo al dueño que me persigue, salgo corriendo. Él es más rápido, pero yo más pequeña, por lo que me escabullo de entre la multitud. Me río por la situación, pero si me pillan... la que me cae encima. Voy a cruzar una esquina y a la vez miro de nuevo hacia atrás, y no miré hacia delante por lo que tropezé y caí al suelo. Mi cabeza se golpeó y la manzana salió disparada, mis manos tocan mi cabeza, como me duele.
-Ya te tengo ¡pequeña ladrona! Esto lo arregla el agente de policía... -dijo algo más pero la cabeza me daba vueltas, me coge por la parte de atrás de mi vestido hasta hacerme levantar-
-¿Pequeña estás bien? -miro hacia esa voz, era un hombre muy elegante y vestía con una ropa que me dio cierta envidia, no porque pareciera cara, sino porque parecía caliente, y creo que fue la persona con la que me tropezé- No puede llevar a una niña a la policía.
-¡Pero me a robado una manzana!
-Solo tenía hambre, además es una manzana, no dinero. Venga buen hombre, yo se la pago.
El hombre elegante pagó lo que yo robé y el dueño refunfuñó, pero al final, después de coger el dinero, se marchó a la tienda.
-Creo que esto es tuyo -me doy la vuelta algo asustada y veo que en su mano está la manzana-
-No creo que deba aceptarla...
-Cógela, ¿hacemos un trato? Tú te la quedas si me dices por qué la has robado.
-Está bien -al final cedí porque además el estómago me rugía, y cuando le cuento que no tengo familia me dice-
-¿No tienes familia? -me pregunta- debe ser duro.
-Ya, y hablando de familia, me tengo que ir porque aunque no tenga familia me cuida una mujer en una casa donde hay gente sin hogar jaja, adiós y muchísimas gracias.
-Está bien pequeña, adiós -me mira algo sorprendido y se marcha cuando lo hago yo-
Que día tan raro, nunca nadie rico me había dicho ni hola, simplemente me han mirado con asco y me apartan por mis aparencias.
Le doy un pequeño mordisco a la manzana, que por cierto está buenísima.
¿Algún día esto cambiará? No sé para qué me lo pregunto, porque por primera vez alguien me ha hablado con amabilidad y no me ha echo sentir huérfana...
Holly Smith
miércoles, 19 de enero de 2011
Capítulo 1: El comienzo
Hay momentos en la vida que ocurren porque el destino lo ha querido así, muchas otras, es por pura casualidad... yo nunca he creído en los sueños ni en las esperanzas, simplemente soy de las que creen que si ocurre algo único es porque las cosas alguna vez tienen que ocurrir. Pero creo que desde que a mi me ocurrió todo aquello me ha echo entender que los sueños y todo lo que deseas se cumple pero, sobre todo, sé que hay veces que en un momento u otro te ocurren cosas y debo decir que eso me cambió la vida...
Así que, ¿por qué no contarte mi historia? Volvamos al pasado...
14 de noviembre, camino por las calles de Suiza y siento que los dedos casi no los siento, necesito un lugar donde poder refugiarme de este frío tan gélido.
Me llamo Holly Smith y tengo 7 años, supongo que te habrás dado cuenta de cómo una niña de siete años está sola en la calle y con un frío horroroso, pues bien, soy huérfana, mis padres murieron cuando yo apenas tenía los 2 años, no recuerdo nada de ellos y he seguido adelante porque algunos mendigos y gente como yo me cuida, ya que "vivimos" en una pequeña pero acogedora casa donde ahí se concentra la mayoría de las personas sin rumbo, muchas están dementes y otras son muy buena gente. Vivo en una época en la que las mujeres ricas tienen que casarse por matrimonio concertado, es decir, que sus padres eligen con quien deben pasar el resto de su vida, los chicos, en ese tema tienen más libertad. Llego a Villa Aurora que así llamamos a nuestra casa porque una mujer, ya en paz descanse, nos la regaló para todas las personas sin hogar, se llamaba Aurora.
-Hola Holly -me dijo Mery, es una mujer de unos 40 años que me a criado como si mi madre se tratara- ya está el caldo, deberías sentarte antes de que estos locos se lo coman todo.
Así lo hize, el caldo me hizo entrar algo en calor. Siempre doy gracias a Dios, porque a pesar de que no tengo una vida fácil y llevadera pues estoy gratamente agradecida de rodearme de algunas personas que me hacen sentir bien, un hogar donde poder dormir, y poder tener un plato en el que haya un poco de comida, eso se siente con el alma. Siempre me he preguntado como eran mis padres y como murieron, son preguntas sin respuesta alguna pero me encantaría darles una respuesta.
Esa noche soñé algo, no recuerdo con claridad lo que ocurría, pero cuando me desperté sentí como que a partir de ese día mi vida cambiaría, yo no le doy mucha importancia, nunca he creído en los sueños o en las cosas que según dicen es cosa del "destino".
Éste es El Comienzo de mi pequeña historia.
El final aún no está escrito, ¿me ayudas a averiguarlo...?
Así que, ¿por qué no contarte mi historia? Volvamos al pasado...
14 de noviembre, camino por las calles de Suiza y siento que los dedos casi no los siento, necesito un lugar donde poder refugiarme de este frío tan gélido.
Me llamo Holly Smith y tengo 7 años, supongo que te habrás dado cuenta de cómo una niña de siete años está sola en la calle y con un frío horroroso, pues bien, soy huérfana, mis padres murieron cuando yo apenas tenía los 2 años, no recuerdo nada de ellos y he seguido adelante porque algunos mendigos y gente como yo me cuida, ya que "vivimos" en una pequeña pero acogedora casa donde ahí se concentra la mayoría de las personas sin rumbo, muchas están dementes y otras son muy buena gente. Vivo en una época en la que las mujeres ricas tienen que casarse por matrimonio concertado, es decir, que sus padres eligen con quien deben pasar el resto de su vida, los chicos, en ese tema tienen más libertad. Llego a Villa Aurora que así llamamos a nuestra casa porque una mujer, ya en paz descanse, nos la regaló para todas las personas sin hogar, se llamaba Aurora.
-Hola Holly -me dijo Mery, es una mujer de unos 40 años que me a criado como si mi madre se tratara- ya está el caldo, deberías sentarte antes de que estos locos se lo coman todo.
Así lo hize, el caldo me hizo entrar algo en calor. Siempre doy gracias a Dios, porque a pesar de que no tengo una vida fácil y llevadera pues estoy gratamente agradecida de rodearme de algunas personas que me hacen sentir bien, un hogar donde poder dormir, y poder tener un plato en el que haya un poco de comida, eso se siente con el alma. Siempre me he preguntado como eran mis padres y como murieron, son preguntas sin respuesta alguna pero me encantaría darles una respuesta.
Esa noche soñé algo, no recuerdo con claridad lo que ocurría, pero cuando me desperté sentí como que a partir de ese día mi vida cambiaría, yo no le doy mucha importancia, nunca he creído en los sueños o en las cosas que según dicen es cosa del "destino".
Éste es El Comienzo de mi pequeña historia.
El final aún no está escrito, ¿me ayudas a averiguarlo...?
Hola!
Bueno, me he creado otro blog como ya habrán visto :)
Primero les diré de qué va:
Holly Smith es una chica como cualquier otra pero que se ve afectada porque es huérfana. Al principio vive en la calle pero poco después unos agentes sociales se la llevan a un orfanato.
Muchas veces trata de escaparse porque aunque ella sea un poco rebelde odia ese orfanato y todo lo que lo rodea.
Pero su vida cambia radicalmente por cosas que irán pasando.
Estoy segura de que les gustará (o eso intentaré yo)
Muchas gracias a todos/as.
Jazmin.
Primero les diré de qué va:
Holly Smith es una chica como cualquier otra pero que se ve afectada porque es huérfana. Al principio vive en la calle pero poco después unos agentes sociales se la llevan a un orfanato.
Muchas veces trata de escaparse porque aunque ella sea un poco rebelde odia ese orfanato y todo lo que lo rodea.
Pero su vida cambia radicalmente por cosas que irán pasando.
Estoy segura de que les gustará (o eso intentaré yo)
Muchas gracias a todos/as.
Jazmin.
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