Me levanto por la mañana, y voy a dar un paseo. Creo que lo único bueno de ser fuérfana es que no tienes que ir a la escuela y estás todo el día en la calle, aunque para muchos esto es lo equivocado no sé por qué.
Voy corriendo por las calles de Suiza e imagino que voy en uno de esos coches tan elegantes que corren por las calles, que yo voy dentro y soy una de esas chicas con vestidos tan bonitos. Puede que me de cuenta de que mi vida es bastante pobre y yo sepa todo lo que significa no tener padres, per aún asi soy una niña como cualquier otra y tengo mi inocencia.
Siento el aire en mi cabello, y sonrío, la gente me mira raro, lo más probable por mi vestimenta, ya que son arapos sucios y rotos. ¡Qué hambre! Hoy Mery salió temprano a hacer algo y no le dio tiempo a preparar nada, asi que robaré cualquier cosa. Lo malo de robar es que por mi ropa es difícil que no te miren mal.
Veo una frutería, las manzanas me hacen la boca agua, me acerco a la tienda y me pongo al lado de una señora, como si ella fuera mi madre ya que es de clase media. Pongo cara de aburrida, el dueño de la frutería atiende a mi "supuesta madre" y yo mientras intento coger una manzana, la atrapo y la pongo dentro de mi roto vestido. Giro la cabeza hacia la calle y camino como si no haya pasado nada, pero he tenido mala suerte y el dueño de la tienda dice algo como ¡ehh ladrona! ¡Que alguien la detenga! Miro hacia atrás y veo al dueño que me persigue, salgo corriendo. Él es más rápido, pero yo más pequeña, por lo que me escabullo de entre la multitud. Me río por la situación, pero si me pillan... la que me cae encima. Voy a cruzar una esquina y a la vez miro de nuevo hacia atrás, y no miré hacia delante por lo que tropezé y caí al suelo. Mi cabeza se golpeó y la manzana salió disparada, mis manos tocan mi cabeza, como me duele.
-Ya te tengo ¡pequeña ladrona! Esto lo arregla el agente de policía... -dijo algo más pero la cabeza me daba vueltas, me coge por la parte de atrás de mi vestido hasta hacerme levantar-
-¿Pequeña estás bien? -miro hacia esa voz, era un hombre muy elegante y vestía con una ropa que me dio cierta envidia, no porque pareciera cara, sino porque parecía caliente, y creo que fue la persona con la que me tropezé- No puede llevar a una niña a la policía.
-¡Pero me a robado una manzana!
-Solo tenía hambre, además es una manzana, no dinero. Venga buen hombre, yo se la pago.
El hombre elegante pagó lo que yo robé y el dueño refunfuñó, pero al final, después de coger el dinero, se marchó a la tienda.
-Creo que esto es tuyo -me doy la vuelta algo asustada y veo que en su mano está la manzana-
-No creo que deba aceptarla...
-Cógela, ¿hacemos un trato? Tú te la quedas si me dices por qué la has robado.
-Está bien -al final cedí porque además el estómago me rugía, y cuando le cuento que no tengo familia me dice-
-¿No tienes familia? -me pregunta- debe ser duro.
-Ya, y hablando de familia, me tengo que ir porque aunque no tenga familia me cuida una mujer en una casa donde hay gente sin hogar jaja, adiós y muchísimas gracias.
-Está bien pequeña, adiós -me mira algo sorprendido y se marcha cuando lo hago yo-
Que día tan raro, nunca nadie rico me había dicho ni hola, simplemente me han mirado con asco y me apartan por mis aparencias.
Le doy un pequeño mordisco a la manzana, que por cierto está buenísima.
¿Algún día esto cambiará? No sé para qué me lo pregunto, porque por primera vez alguien me ha hablado con amabilidad y no me ha echo sentir huérfana...
Holly Smith
Creo que ese hombre va a tener algo que ver a lo largo de toa esta historia¬¬ lo de la manzana añadio un poco de diversion a esta historia^^
ResponderEliminartu historia es fascinante estoy deseando leer el siguiente capitulo besos
ResponderEliminarq majo es ese hombre =D
ResponderEliminar1Bsoo
seguro que ese hombre la ayuda :)
ResponderEliminary no se porque pero desde que empecé a leer la historia me la imagine como makenzi foy xD