Holly una chica huérfana que no cree ni en sueños ni en esperanzas, se ve envuelta en un nudo de sensaciones... James, Jorge y Holly, todos unidos por un único lazo: Holly Smith.

sábado, 26 de febrero de 2011

Capítulo 11: ¿Esperar? Yo sé lo que es eso.

Hoy es domingo, por la tarde tenemos todos los sirvientes dos horas libres. Ahora estoy tumbada debajo de uno de los árboles de el jardín interior viendo como pasan las nubes con la
ligera brisa. Hoy los señores salieron a dar un paseo, y la gran mayoría de los sirvientes también, yo preferí quedarme aqui. Algo me tapa el Sol. Miro hacia arriba y veo a James con un libro en la mano.
-Hola. -sonríe elegante-
-Mm... hola. -vuelvo a cerrar los ojos-
-Que raro que no hayas salido.
-No me apetecía. -no contesta, abro los ojos, se recuesta a mi lado y su brazo derecho se apoya detrás de su cabeza- ¿No se supone que la gente noble no debe estar con los sirvientes? -me mira como si le hubiera insultado-
-La gente que tiene más dinero y poder dice eso, pero de humildez siempre carecen por eso yo no soy asi.
-Pues no lo aparentas.
-Jajajaja las apariencias engañan -dos oyuelos se le marcaban en las mejillas, arquea las cejas y pequeñas arrugas se le forman en la frente-
-Puede. -ahí tenía razón él, pero por nada del mundo se la iba a dar- ¿Qué te pasó aye? Te fuiste de repente. -aparta la mirada-
-Nada, tenía cosas que hacer. -dejo el tema a un lado-
Minutos después de un largo silencio, se gira a mi lado y con cuidado coje mi mano, le observo, deja mi mano a un lado. Me levanto y sacudo las hierbitas de mi vestido.
-¿A dónde vas? -me pregunta y en un abrir y cerrar de ojos está a mi lado-
-A un mundo imaginario.
-¿Qué? Venga Holy, dime a donde vas. -hago caso omiso a su pregunta, no me apetece hablar con un chico egocéntrico como James. Agarra mi brazo y me hace girar hacia él, mi otro brazo se apoya en su pecho, y la otra se intenta escabullir de su mano, pero es muy fuerte-
-Suéltame. -sonríe maliciosamente-
-Te voy a llevar a un mundo imaginario ¿vale?
-No. -coge mi mano y me arrastra a las afueras del pueblo, con una gran carretera y un paisaje desierto-
-¿Dónde estamos?
-En un lugar al que siempre voy cuando quiero estar solo. Ven. -después me condujo por una pradera con un caminito y un pozo, el paisaje era muy hermoso- ¿Te gusta?
-Sí... -dije observando todo con mis ojos-
-Pues ven, ya verás. -coge de nuevo mi mano y me lleva a un rinconcito apartado con árboles rojos y hierba amarilla y verde. Era lo más hermoso que he visto en mi vida... quizás porque es lo único bonito que he visto-
-Vaya... -en el medio de la hierba verde, había una mesita de madera-
-Esa mesa la hize yo con mis manos. ¿A que es bonito?
-Creo que ya empiezo a cambiar mi percepción sobre ti -dije y reí-
-Jajaja ¿creías que era malo, creído, egocéntrico? Puede ser que alguna vez lo aparente, pero no lo soy -me lleva hasta la mesa y nos sentamos uno frente del otro-
Me tumbo en la fría hierba y él después hace lo mismo.
En ese momento, todas las barreras se rompieron porque empezamos a hablar como si dos amigos fuéramos y hacía tiempo que no nos veíamos, contando anécdotas, momentos de nuestra vida, cosas que no sabía de James, cosas que él no sabía de mi, infancia, recuerdos, aspiraciones... Tantas cosas que nos contamos en esa tarde y tantas que nos quedan por contar. En esa tarde, James, me recordó a Jorge cuando él y yo jugábamos en el patio del orfanato, aunque su forma de sonreír era distinta, su mirada me recordaba a él.
¿Tantas cosas que me he perdido en 8 años? ¿Tantos paisajes, lugares, personas? ¿Tantas risas, conversaciones, juegos, inocencias? ¿He perdido mi niñez en un orfanato? ¿Tanto he perdido que ahora mismo todo me parece más irreal? ¿Me será satisfactorio haber estado 8 años de mi vida en un orfanato sin el amor, el afecto y la seguridad de una familia?
La respuesta es sí, pero la espera ha valido la pena...

           

viernes, 25 de febrero de 2011

Capítulo 10: Miles de cristales.

                   Querido diario:
                   ¿Qué es amar? No lo sé, nunca he vivido nada de eso, tampoco
                   creo que vaya a querer a alguien. Para mí mis amantes son los
                   libros ya que me pueden llevar a lugares imposibles de alcanzar.
                   Creo que el verdadero amor se encuentra cuando uno no lo
                   espera, no es que no lo espere, simplemente no lo quiero. ¿Por qué?
                   Porque hace ya un tiempo supe amar a alguien, pero él no me
                   quiso, jugó conmigo y a partir de entonces no sé que es amar,
                   porque amar no es solo decir "Te Quiero" ya que si lo dices 
                   falsamente es de ser hipócrita. Yo no estoy dando el paso a borrar
                   los recuerdos, sino que estoy aprendiendo a olvidarlos.
Cierro el diario, no me entero de nada. Creo que habla de una chica que cuenta sus historias pero... yo si que no sé lo que es amar a alguien, porque que me parezca guapo alguien no significa que esté enamorada... aunque nunca lo he estado. Me pongo el uniforme y empiezo a preparar el desayuno para la familia.
-Aqui tienen -dije y puse unos croasanes en la mesa-
Después, se pusieron a hablar animadamente Robert y su esposa, James no paraba de mirarme. Hoy he tenido que servir y quitar la mesa sola porque Marga ha salido a comprar. Mientras recojo la mesa, los señores se retiran de la mesa al jardín, y, James, junta sus manos y las pone en su cabeza, me observa, a veces sonríe por mi forma de andar, se levanta y sus manos las guarda en sus bolsillos mientras que se acerca a mi.
-Hola -sonríe y eleva sus ojos color miel-
-¿Quiere algo? -le pregunto-
-Puedes tutearme, que lo prefiero. Y no, no quiero nada.
-¿Entonces...? -hago un gesto con la mano para que termine su frase-
-Charlar contigo, ¿es un pecado? Creo que no... pero tú si lo eres.
-¿Perdón? -no entendí eso último-
-Nada, mm... ¿qué tienes que hacer ahora? ¿Estás muy ocupada?
-¿Para?
-No sé, para conocernos. -me guiña un ojo-
-No tengo interés en conocerte.
-Eso lo dices ahora jaja.
-Tú eres la chica con el corazón y la sonrisa rota, que algún día sabrá a quien amar. Ahora sueño que siempre estarás conmigo y que no te dejaré escapar... Y esto que te digo no es una palabra real sino una oración que rezo al cielo para alguna vez poderse hacer real. Por primera vez...
Las piernas me temblaban, ¿por qué me ha dicho eso? Estoy paralizada, no respondo, me mantengo quieta. Frunze el ceño, la copa que iba a llevar a la cocina se resvala de mis manos y cae al suelo, convirtiéndose en miles de cristales. El ruido me hace reaccionar.
-¿Qué te ha parecido? -me pregunta-
-No sé que decir. -vuelve a frncir el ceño-
-¿Estás bien? Es que me encanta leer y escribir, algún día me gustaría ser escritor y estoy practicando con juegos de palabras, muchos de los grandes escritores empezaron de muy jóvenes y no quiero ser menos, además, el tema principal es el amor.
-Ahh... -entonces no era para mi, mi corazón vuelve a su estado normal. No se da cuenta de los cristales rotos hasta que me agacho y los empiezo a recoger con cuidado, él hace lo mismo y me ayuda -ya lo hago yo -dije-
-Tranquila, fue culpa mía. No debí decirte eso asi de sopetón, te habrás asustado y no has sabido reaccionar, pero tranquila, no te lo estaba dedicando -sigo recogiendo los cristales sin decir nada. No niego que me hubiera gustado que me lo dedicara a mi... pero no es posible, elevo los ojos y observo su rostro, el corazón me late fuerte ¿qué me pasa? No me doy cuenta y acabo apretando un cristal y me corto el dedo índice-
-Ay...-dije observando el dedo, me mira y coge mi mano-
-Te has cortado, haber que podemos hacer... -mira hacia sus lados, me levanta me dirige a al baño y me lava el dedo, coge agua oxigenada del armario pequeño y me lo restriega por la herida- espera, ya casi está. -coge una gasa y lo rodea con ella, dejando una breve tirita- Ya. -sonríe-
-Gracias.
-No hay de qué.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde que estamos en el baño observándonos el uno al otro? No lo sé, pero no me importaría estar asi durante mucho tiempo. Su mano roza mi mejilla y mi barbilla mientras sonríe, con la otra agarra mi hombro hasta llegar a mi espalda.
-Tengo que irme. -dice de repente, baja la mirada y se marcha corriendo-
¿Qué siento? ¿Ahora mismo? Miles de cristales rotos en mi corazón, cada uno con una pregunta que no tiene respuesta.

viernes, 18 de febrero de 2011

Capítulo 9: ¿Qué es amar?

-3 kilos de cordero y pongame también varias de esas verduras. -estoy en el mercado, ¡hacía tanto tiempo que no salía! he tenido que ir a hacer la compra con el dinero de los señores y la verdad que allí la comida no falta. Camino derecho a casa. Antes de salir del pequeño pueblo, veo una librería, recuerdo los días en el orfanato allí me enseñaron a leer y escribir y descubrí lo apasionante que es la lectura. Todavía tengo tiempo asi que entro dentro.-
-¿Hola? -no hay nadie en el mostrador. La librería es muy grande, observo todas sus estanterías con miles de libros. Tantos títulos.... sin aventuras, ventanas al paraíso, los ángeles y sus planes malvados... y muchos más.
-¿Puedo ayudarla en algo? -me giro asustada, veo a un hombre de unos 60 años con unas gafas, bajito y con unos ojos cristalinos.-
-No... solo estaba aqui por echar un vistazo, gracias.
-¿No quieres un libro? ¿No le gusta leer?
-Ohh no es eso. Me encanta leer pero no abundo de dinero.
-Ahh, bueno creo que tengo un libro que le gustaría. Tengo un don para eso.
-Ahh, pero ya le dije que...
-El dinero no es un problema, solo lo tengo que buscar porque no sé donde está. Usted vuelva mañana mm... -hace un gesto con la mano-
-Holly -sonrío-
-Encantado, yo soy Peter.
-Vale, tengo cierta prisa asi que ya nos vemos mañana.
-Vale, adiós señorita.
-Adiós -salgo de la tienda, no sé por qué me suceden estas cosas a mi, tendré que volver mañana, pero bueno, como tenía que recoger algo en una tintorería de la señora pues aprovecho. Llego a casa.-
-Aqui tienes Marga, yo me ocupo del jardín. -Me pongo un pañuelo en la cabeza y empizo a quitar malas hierbas, luego podo algunos de los arbustos-
-Hola -me giro, es James-
-Hola.
-¿Qué haces?
-¿Acaso no lo ve? -se ríe-
-Dámelas un momento -frunzo el ceño, me rodea con sus brazos hasta llegar a las tijeras, nuestras manos se juntan, ejerce fuerza sobre ellas para cortar las tijeras -si el corte es profundo la herida no es tan limpia- me sonríe, me alejo-
-Vale... -dije haciando gestos como diciendo no entiendo nada, empiezo a plantar una planta en la tierra, coge mi mano-
-Unas manos muy delicadas para alguien como tú.
-¿Perdona? ¿Alguien como yo?
-No te lo tomes a mal jajaja. Solo quise decir que tienes unas manos hermosas. -sigo con lo mío, se pone de cuclillas como yo, eleva mi barbilla, saca un pañuelo de su bolsillo y me limpia alguna mancha que tengo que tener en la mejilla- ahora mejor -sus ojos se dulcifican, no evito perderme en esa mirada tan brillante, sacudo mi cabeza-
-Tengo que hacer otras cosas. -voy al interior de la casa y empizo a poner la mesa una vez más-
-Aqui tiene -a la mañana siguiente fui a la tintorería, pagué y fui a la librería-
-Hola -el hombre tiene la vista fija en un libro, sus ojos se elevan, deja el libro a un lado y sonríe-
-Hola, has venido. Bien, bueno me ha costado bastante encontrarlo, eres la primera chica que veo y me cuesta elegir un libro para ella -frunzo el ceño a modo no entender- Aqui tienes -me da un libro con la portada aterciopelada de rojo y unas letras en cursiva de color negro que pone ¿Qué es amar?-
-¿De que trata?
-Es un diario.
-¿Un diario? -no soy cotilla y eso no me gusta mucho... vio mi reacción-
-No se preocupe, es de hace muchos años, ya mucha gente lo ha leído. -asiento y me despido, llego de nuevo a la casa, antes de nada pongo el vestido de la señora en su cuarto, bajo las escaleras y al fondo de ellas está James que sonríe dulce y misteriosamente, como siempre-
-La casa ha tenido un aspecto desolado sin tu presencia -se mete las manos en los bolsillos-
-Ahh... -voy a los bonitos muebles y los espolvoreo, se acerca por detrás y con cuidado quita mi pelo echándolo hacia atrás de mi espalda, sus dedos recorren mi clavícula el vello se me eriza-
-¿Quiere algo? -le pregunto ya incómoda de verdad, frunce el ceño, no responde- me retiro - le digo y me voy a el baño a darme una ducha.-
Por la noche antes de dormirme decido leer el diario. Está escrito con pluma, al principio de todo pone: querido diario ¿qué es amar...? cierro el diario, estoy demasiado cansada para leer un diario.
Elisabeth
(Madre)    
                                                                                                               Robert
                                                                                                              (Padre)                                                                             

sábado, 12 de febrero de 2011

Capítulo 8: ¿Nueva vida? Si.

Ahora mismo estoy limpiando el suelo con una de esas esponjas y balletas. Me seco el sudor con la mano, escurro la balleta. Me levanto y llevo el cubo de agua y jabón al patio exterior de la cocina.
-Cuando acabes de poner los cafés en la mesa necesito que cambies las sábanas del último cuarto.
-Claro -dije a Marga que fue al patio a tender la ropa, me apresuro de poner el café para que se vaya haciendo- Mira que el café no se pase.
-Vale -subo con las sábanas en la mano-
Toco a la puerta, nunca he ido a este cuarto. No responden, quizás no haya nadie. Entro. Es una habitación de color azul y blanco, muy espaciosa y luminosa, con otra puerta que da seguramente a un baño. La cama está sin hacer, quito las sábanas y empiezo poniendo unas nuevas. Oigo cerrarse la puerta, me doy la vuelta. Veo al mismo chico de hace unos días, el que me recogió. Mi corazón se acelera, no se entera de que estoy allí porque acaba de salir del baño, en toalla blanca, de cintura para arriba sin nada. Me mira sorprendido.
-Lo siento -dije tapándome las manos- es que creí que no había nadie.
-Jajaja, no te preocupes chica. Mm... ¿me acercas la ropa interior que está a tu lado?
-¡¿Qué?! -dije avergonzada, me sonríe y me da muestra de confianza, la cojo y se la tiro, no me muevo-
-Jajaja ni que estuviera sucia -se va a quitar la toalla para ponérselos-
-¡Ahhh! ¡Por favor delante mía no! -me vuelvo a tapar-
-Tranquila ya está, tú sigue con lo tuyo, como si yo no estuviera. -así lo hago hasta que termino, me vuelvo a disculpar y me marcho-
Voy al baño, mi cara está rojísima, con lo guapo que es y que me pase esto a mi...
Voy a la cocina y empiezo a servir el desayuno mientras se llena la mesa, y veo al chico que, según Marga, se llama James.
Empiezo a poner café en las tasas de los señores.
-Yo quiero café con leche... si no te importa -me dice James, voy por la leche y se la pongo- mm... demasiada leche, ponme otro -frunzo el ceño, sus padres me observan, sonrío a la fuerza y le pongo el café con "menos" leche- mejor -que maleducado, me retiro-
Empiezo a doblar la ropa ya planchada, encima me toca guardársela en su armario... Voy a su cuarto. Se está cambiando de ropa, me vuelvo a tapar los ojos y se me cae la ropa limpia. Se ríe y viene hacia mi con solo los pantalones puestos.
-Tranquila -me mira con una mirada tierna, me recoge la ropa que se me calló y la pone en la cama-
-Gracias. -es raro que me tratara algo mal antes, y ahora no-
-Siento lo de antes, estaba de broma. James, ¿y tú? -me da su mano, la tomo con  desconfianza-
-Holly.
-Bonito nombre, eres nueva aqui, ¿no? -asiento y guardo su ropa en el armario-
Observa mis movimientos.
-¿Cuántos años tienes? -pregunta-
-15
-Que joven, yo tengo 18 -como si le hubiera preguntado, sigo con lo mío-
-Nunca he visto a una chica como tú.
-¿Y cómo soy? -se acerca a mi, aún con el pecho al descubierto-
-No sé... dímelo tú -dice en un susurro, mi corazón da un vuelco-
-Mejor sigo con lo mío -frunze el ceño y yo me voy-
¿Qué me pasa? Es que cuando me mira con esos ojos... quizás... ¿me guste James? Es una estupidez, no puede ser porque para empezar no podemos estar juntos por la diferencia de clases sociales y porque no me gusta, este sentimiento es... bueno no sé que es, pero amor no lo es, porque aunque nunca lo haya sentido no significa que lo sea... o eso creo.
¿Esta es mi nueva vida? Sí, así es...

James.

viernes, 11 de febrero de 2011

Capítulo 8: Su mirada...

Mis manos temblaban, ¿quién era ese chico? Su mirada se clavó en mis ojos. Es el chico más guapo que he visto en mi vida. Su pelo castaño claro, sus ojos color miel y su cuerpo bien formado. Se agacha a mi lado y su rostro se queda a escasos centímetros del mío.
-Estoy buscando a alguien. -su voz parecía una melodía seductora, ¿qué me pasa?- Y no conozco mucho esto... ¿me ayuda?
-S-sí claro. ¿A quien busca? -mis palabras salieron atropelladamente-
-A una chica que mi padre quiere contratar.
-Eso lo tiene que hablar con la directora, no sé a que chica se referirá, venga que le acompaño.
-Gracias -le llevé hasta el despacho de la directora y les dejé a solas-
Más tarde me dijeron que pasara.
-He estado mirando los contratos echos y la dirección de su casa. Holly, eres tú quien buscan.
Mi corazón se acelera.
-¿Es ella? Bien, pues venga mañana te recogemos ¿vale? Es que tengo prisa con ciertas cosas.
-Claro, vuelva mañana -y se marchó-
Me voy al patio corriendo, veo a Jorge y él a mi, corro hacia él y me abraza fuerte.
-¿Qué pasa? -sonríe y coloca su mano en mi pelo-
-¡Mañana! ¡Mañana soy libre! -Jorge me deja en el suelo y frunze el seño-
-Ohh... que bien -baja la mirada-

Toc toc me levanto de la cama desorientada, es bastante tarde, ¿quién llama a mi cuarto de noche?
-No te vayas -es Jorge-
-¿Qué? Jorge si te ven aqui te metes en un lío. -me aparta y entra cerrando la puerta-
-Holly, no quiero que te vayas.
-Pero por qué. Es lo mejor que me puede pasar -tapa mi boca con su mano y me mira. Me abraza fuertemente, sus manos siguen el recorrido de mi cintura, eleva mi barbilla. No puedo evitar mirar a Jorge y ver la mirada de aquel chico. Llevo toda la noche pensando en ese chico ¿por qué? Nunca he sentido esto ¿qué significa? Cierro los ojos e imagino que Jorge es él... Jorge me besa el cuello.
-Jorge, ¿qué haces? -me mira triste-
-Déjalo, haz lo que quieras.
-¿Pero que pasa? -me da un beso en la mejilla y se marcha de mi cuarto-

La directora se despide de mi como la última vez. Veo al mismo chófer de la otra vez. Echo una última mirada al edificio, esperando que Jorge venga a despedirse de mi, pero no lo hace ¿por qué no viene? Quizás no le vuelva a ver nunca más, no sé que le pasa ultimamente conmigo... entro al coche.
-Hola de nuevo -dice el chófer y me mira desde el espejo retrovisor-
-Hola -sonrío-
-Ya ve, lo que le dije era o no era verdad, todo puede ocurrir.
-Sí... -una rafaga de viento me sacude-
-Siempre hay esperanzas... aunque a veces es mejor no esperar ciertas cosas... -dijo en silencio-
Veo esa casa de nuevo, pienso en ese chico que hizo que mi corazón se desbocara...
No dejo de pensar en su mirada....

domingo, 6 de febrero de 2011

Capítulo 7: Momentos divertidos o extraños de interpretar

Han pasado ya dos semanas desde que fui a aquella casa, los primeros días me quedaba horas en el columpio del árbol sentada esperando aver si un coche negro volvía a pasar, pero nunca pasó. Total ¿para qué van a querer acoger a una chica que no tiene ni pasado? Creo que esa a sido mi única ilusión, bueno, sin contar la primera vez que llegué aqui que deseaba que Mery me sacara del orfanato... pero bueno.
-Hey Holly, vamos adentro, es súper tarde. -me giro y veo a Jorge, desde que llegué he echo muy buenas migas con él, me doy cuenta de que es ya casi de noche y hace frío- ¿otra vez aqui fuera? Vamos, te he estado buscando. Venga, ven. -me levanta del columpio y me pone la chaqueta de su uniforme- primero vamos a cenar.
-No tengo hambre, me voy a la cama.
-Holly... -dije Jorge con la mirada triste- tienes que comer, ya te lo he dicho miles de veces.
-No tengo hambre, te lo juro. Nos vemos mañana ¿si? Adiós -me despido antes de que me diga más. Es verdad que no como mucho, no sé, no tengo apetito-
Abro los ojos, me doy la vuelta y gruño un poco, tengo que levantarme. Asi lo hago y... ¿en el suelo hay una rosa roja? Fruzo el ceño, la cojo y la huelo, mm....
Bajo al comedor. Bah, hoy David vuelve a estar de pesado conmigo, seguro que lo de la rosa fue cosa suya, ya me ha amargado el día.
-Muy gracioso tu detalle, pero guárdatelo -me mira desconcertado y después le brillan los ojos-
-¿Ehm?... ¡ahh sí! Sé que fue un gran detalle. -sonríe-
-Ahórratelos. -me dirijo donde está sentado Jorge- ¿te lo puedes creer? Que pesado es, no me gusta que me estén regalando estas cosas y menos si es de él.
-Sí... -dijo y volvió la vista a los cereales-
-¿Pasa algo?
-No -muestra una media sonrisa, y pongo la comida en la mesa-

Me han castigado, que raro... pienso con sarcasmo. Estoy limpiando las ventanas del aula de ciencias, oigo pasos.
-Te han castigado.
-Muy observador. -sonrío y Jorge se acerca a mi, coge un paño y me ayuda- no tienes por qué ayudarme.
-Somos amigos, ¿los amigos no se ayudan? -sonreímos y le salpico con el agua, él se protege y me salpica también, seguimos jugando y dejamos el suelo perdido-
-Jajajjaa para Jorge jajaja. -me hace cosquillas y me tira al suelo, se pone sobre mi y sigue con el juego-
-Tonta. -eso no lo entendí, deja el juego a un lado y nos sentamos en el suelo-
-¿Cómo que tonta? -sonrío, su mejilla derecha tiene una mancha, cojo un pañuelo de mi bolsillo y le limpio con cuidado. Jorge me ha echo sentir la amistad, y es lo mejor del mundo, su mano coge la mía que limpiaba su mejilla, cierra los ojos. No comprendo- ¿Pasa algo? -no responde, abre los ojos y veo en ellos... ¿deseo? ¿felicidad? No sé, nunca lo he visto en él-
-¡Santo cielo! -buff, una cuidadora- ¡qué hacen! ¡Jorge ven aqui! -¡Santo Dios! ¡Sepárense, qué verguenza! -¿por qué le molesta que hablemos? Ni que fuera malo, la cuidadora se lleva a Jorge que protesta-
Sigo limpiando el estropicio, mi corazón se acelera, ¿qué me pasa? Me muerdo el labio y no paro de suspirar, mis pensamientos se dirigen a Jorge, ¿por qué sigo pensado en él?
-Disculpa.
No reconozco la voz, miro hacia ella y... ¡ohh!
continuará...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Capítulo 6: Mi último día.

La claridad de afuera se cuela por mi ventana, me levanto poco a poco. Hoy es mi último día aqui, la verdad que es muy poco tiempo, pero bueno... Me doy una ducha rápida y me pongo el uniforme, empiezo limpiando el salón y cuando termino saludo a Margaret y empezamos a preparar el desayuno para los señores de la casa.
-¿Zumo? -pregunto y el señor de la casa asiente, su esposa se sienta en frente de él-
-Yo quiero café. -me dijo ella y se lo fui poniendo en su taza, comenzó a hablar con Robert, es decir, su marido- Tú hijo anoche volvió tarde, ¿por qué no hablas con él? Es que me preocupa que esté por ahí fuera con frío y que hayan ladrones-
-Cielo, ¿a dónde crees que va tu hijo? ¿A un burdel? Tranquilízate Elizabeth, es joven y tiene mucho que experimentar.
-Ya lo sé pero.... ¡crecen tan rápido! -Robert se ríe-
Me retiro, no soy cotilla pero estoy en la misma habitación. Después desayunamos todos los sirvientes, cuando terminamos quito algunas malas hierbas y planto rosas rojas.
-¿Los señores de la casa tienen hijos? -le pregunto a Marga, asi la llamo yo-
-Mm... sí claro, tienen un hijo. -empezó a cotillear- ese chico es muy guapo, pero se lo cree mucho y es algo egocéntrico. Siempre juega con las mujeres, aunque es un gran chico, tiene futuro con toda la fortuna que le espera... ¡hay señor! Ahora me parece que está de viaje, se fue hoy muy temprano a un pueblo a comprar cosas necesarias para su padre. -Marga suspira y continuamos doblando la ropa-
El tiempo se me pasó volando y cuando me di cuenta ya eran las 6:30.
Robert se despidió de mi al igual que su esposa, han sido muy amables conmigo. Subo al coche negro con el mismo chófer de ayer.
-Veo que le ha gustado estar aqui. -qué raro que me hable el chófer-
-Si, nunca he salido del orfanato, ha sido una experiencia inolvidable.
-Ya la volverán a contratar, ya verá.
-Eso espero, aunque lo dudo.
-Todo puede pasar Señorita Holly.
Cuando llegamos al orfanato me abrió la puerta y salí, de vuelta a mi "condena".
-Adiós Señorita Holly.
-Adiós. -sonrío-
Creo que dijo algo más pero no logré entenderle con claridad, pero creo que dijo algo como:
siempre hay esperanzas....