Capítulo 14: Quizás le quiera.

Sin darme cuenta acabo por leerme el diario que me dio Peter, simplemente habla de las historias que le pasa a una chica y de sus sueños y aspiraciones, lo cual me parece ridículo ya que dejé de creer en los sueños desde hace ya bastante tiempo. Vuelve a ser domingo, desde que James me besó me ignora y no me dice siquiera hola. También he intentado hablar con él pero me evita o me habla con palabras cortas como si, no o vale.
Sé que hoy es día festivo pero otra vez lo paso en casa, y esta vez, podando un bonito rosal rojo que hay en el jardín interior. Con unas tijeras pequeñas corto las hojas muertas de las rosas. Me da mucho coraje que me bese y después me deje en la estacada sin dirigirme la palabra, seguramente me besó porque estaba nervioso o yo que sé, no sería de verdad y fue un error, quizás ahora se sienta avergonzado.
Seguí recortando hojas secas de las rosas mientras que en mi cabeza se debatía por qué no me habla y en mucho que le echo de menos. De repente, noté como algo o alguien estaba detrás mío, me viré y allí estaba él, con toda su lucidez.
-Hola -me mira quizás sin saber como iniciar una conversación conmigo-
-Ahh hola.
-¿No vuelves a salir este domingo?
-No tengo ganas.
-Deberías. -no contesté, seguí recortando. Después de varios segundos de un incómodo silencio, comenzó de nuevo- oye... siento... lo del otro día... -su voz parecía torpe- ya sabes lo del beso...
-¿Pr qué lo hiciste? -pregunté directa, sin perder de vista a las rosas-
-No sé. Me sentía desesperado, esa noche cuando mi madre vino a mi cuarto nos pusimos de nuevo a discutir y yo en ese momento quise abrazarla pero ella estaba destrozada. Y no sé, me sentía desesperado en encontrar el afecto de alguien, y supongo que lo encontré en ti. Pero no te preocupes, no volverá a ocurrir.
-Vale -fruncí el ceño, ¿por qué me dan ganas de abrazarle y decirle que lo vuelva a hacer? ¿Por qué no quiero que diga eso?- Entonces ¿todo está bien? -pregunto para romper la tensión.
-Claro -sonríe y siento su cálido abrazo sobre mi menudo cuerpo-
-Oye -le dije- ¿algunas vez has sentido ganas de estar con alguien?
-Claro, ¿por? ¿Te gusta alguien? -me sonrojo-
-No sé, es que no sé lo que es eso.
-¿Que no sabes? Jajaja, supongo que nunca has podido sentir algo. Solo sabes que quieres a alguien cuando sientes deseos por él, y cuando quieres besarle, ¿sientes algo asi por alguien?
-Solo sé que siento que a veces quiero estar con él, y poder sentir su tacto sobre mi cara.
-Jajaja ¿Estás enamorada?
-¡¿Qué?! ¡Claro que no! Bueno... no lo sé. -me puse nerviosa y sin querer me pinché con una espina de la rosa que sostenía-
-Vale, pero no te pongas nerviosa, ya te has cortado. -saca un pañuelo de su bolsillo y me limpia la herida- Quédatelo. -sonríe-
-¿Damos una vuelta? Es tu día festivo. -se levanta y me ofrece su mano-
-Está bien. -sonrío por poder pasar un rato con él-
Fuimos al mismo lugar que me llevó aquella vez. Entre las flores amarillas, nos recostamos observando las formas que dibujaban las nubes en el cielo. Después, se recostó sobre mi regazo y vi como el viento jugaba con su pelo, su rostro era tan bonito que parecía imposible.
-¿Tienes novia? -le pregunto de repente, ya sé que fui atrevida pero no me contuve más-
-Ahora mismo no. Yo paso de las chicas.
-¿Por qué? -pregunto molesta-
-Porque con todas las que he estado todas han sido unas zorras.
-No todas son asi.
-Tienes 15 años, eres joven, en cambio yo, tengo 18 y tengo más experiencia que tú en ese tema -su mano toca mi nariz como a una niña pequeña-
Dejé el tema a un lado y más tarde volvimos, durante el camino, había un muro y me subí a él, tendría un metro de altura más o menos:
-Cuidado que te vas a caer.
-No seas pesimista -elevé las manos para buscar equilibrio. Di unos cuantos pasos y sin querer tropecé, y caí de bruces al suelo, vino corriendo-
-Te lo dije, ¿te encuentras bien?
-Hay noo. Me duele muchísimo la pierna.
-Hey tranquila, estoy aqui ¿si? Ya te dije que estaría a tu lado para cuando lo necesitases. ¿Puedes caminar? -me ayuda a levantar y mi pierna flaquea, me agarra antes de que me caiga de nuevo- Mejor te llevo en brazos -se quita su chaqueta y me la pone por encima, sus brazos me cogen sin dificultad como si fuera un bebé, apoyo la cabeza contra su pecho y cierro los ojos.
Allí, feliz entre sus brazos me dejo llevar por aquella sensación.
La sensación de cuando sus labios tocaron los míos.

En el próximo capítulo habrá una sorpresa =)